A
petición de mi querido amigo Juan Manuel, voy a dar mi humilde
opinión acerca de las terapias alternativas, para su blog de
Gabinete Amagro. Como bien digo y quiero dejar bien claro… ¡se
trata simplemente de mi opinión!
Te
invito a que la leas y a que no me creas nada de lo que te cuento.
¡Pruébalo!
¡Vivéncialo tú! Y
después fórjate tu propia opinión…de la misma manera que la mía
(mi opinión) está basada en mis vivencias y experiencias
personales.
En
primer lugar, terapias alternativas hay muchas y de muchos tipos; y
para mí todas son un buen complemento
para
una buena y mejor calidad de vida.
Y
digo complemento,
porque cualquier terapia alternativa,
generalmente se puede
complementar perfectamente con tú tratamiento de medicina
convencional (salvo algunas excepciones, como puedan ser algunos
tipos de manipulaciones en dolencias físicas o que se pueda ser
alérgico a alguna sustancia natural…) o incluso, combinar varias
terapias médicas y holísticas a la vez si fuera necesario.
¡De
hecho, a estas alturas de la vida, creo que deberían trabajarse ya
de manera conjunta, unidas y de forma totalmente inclusiva, la
medicina convencional y las terapias alternativas! ¿Y
por qué digo esto? Porque necesitamos un sistema
multifuncional y multidisciplinar que
se ocupe de todo el conjunto del que forma parte un “SER”
humano.
Tengo
la creencia o la certeza (llámalo como quieras), de que el “SER”
humano está formado por un conjunto de cuatro cuerpos principales.
Realmente somos como una cebolla y estamos cubiertos de muchísimas
capas y muchísimos cuerpos energéticos superpuestos unos por encima
de los otros (ahora mismo no voy a entrar ahí, porque me perdería
en algunos de ellos y no avanzaríamos je, je, je), pero voy a
centrarme en el conjunto del “SER” y sus cuatro cuerpos
principales.
¿Qué
forma un “SER” humano? Pues
el “SER” humano está formado por un
cuerpo físico,
un cuerpo
mental,
un cuerpo
emocional y un cuerpo espiritual.
Éstos
son los cuerpos principales de los que está formado un “SER”
humano, como ya he dicho, y cuando un malestar o una enfermedad
acechan, pueden estar afectados uno o más de éstos cuerpos. Por
supuesto y sin dejar lugar a dudas, cuando un malestar o enfermedad
se manifiesta, se debe acudir de manera inmediata al médico en busca
de un diagnóstico médico. Pero… ¿cuantas veces sucede que
tenemos una dolencia física que no tiene una explicación médica?
Hablamos de las famosas enfermedades o patologías idiopáticas, o lo
que es lo mismo, enfermedades de causa
desconocida. Enfermedades y dolencias que surgen o suelen surgir de
manera espontánea y que no tienen ningún fundamento o sustento de
qué puede producirlas.
Gracias
a Dios, cada vez hay más estudios científicos (y gracias a Dios,
también cada vez más, hay una mayor apertura hacia tales indicios)
que verifican que una enfermedad o dolencia física, puede ser
consecuencia directa de llevar años padeciendo algún malestar o
bloqueo emocional, mental o incluso espiritual (y con “espiritual”
no hablo de religiones. Hablo de nuestra espiritualidad del “SER”
en general. Aquello que nos mueve…como nuestra fe, nuestras
creencias personales o nuestras verdades existenciales. Cada uno con
las suyas, por supuesto. “Ninguna verdad es absoluta y todas lo
son…depende de como se mire…”).
De hecho, cualquier cosa que nos desconcierta o no entendemos y la
mantenemos durante mucho tiempo dándole vueltas en la cabeza, nos
genera, como mínimo, una fuerte jaqueca ¿O a quién no le ha
pasado? De la misma manera o viceversa, un dolor o malestar físico
continuado en el tiempo, puede llegar a afectarnos a nivel mental,
emocional o incluso hacernos perder la fe.
Pero
sigamos con la reflexión
De
esta manera y bajo mi humilde opinión, como ya he dicho antes,
acudir a un profesional cualificado de la medicina para tratar
cualquier dolencia física, es primordial; al igual que cuando hay
cualquier dolencia mental o emocional, por supuesto. Pero siendo
honestos y abiertos a todas las posibilidades que el universo y la
vida nos ofrece, también hay grandes y cualificados profesionales
que trabajan las terapias alternativas y
que pueden ayudarnos a tratar el conjunto del “SER”.
Existen
muchísimas terapias alternativas y todos ellas representan
herramientas que podemos utilizar para tratar cualquiera de las
alteraciones que puedan afectar a cada uno de los cuatro cuerpos
principales del “SER”. Incluso algunas de ellas pueden trabajar
en todo el conjunto…o sea en los cuatro cuerpos a la vez.
De
esta misma manera, las terapias alternativas se pueden dividir en
subgrupos, según la herramienta que se use para realizarla. Como por
ejemplo:
Terapias
alternativas manipulativas o físicas: Son
aquellas que usan como herramienta principal para trabajarlas, las
manos o el propio cuerpo. Podemos encontrar muchas: Quiromasaje
y todas las técnicas de masaje
en general; Reflexología en
todas sus variantes; Craneosacral;
Osteopatía; Técnica
metamórfica; Kinesiología;
Acupuntura (aurículopuntura,
digitopuntura); etc.
Terapias
alternativas biológicas o naturales: Son
todas aquellas que emplean los recursos que nos ofrece la madre
naturaleza, como por ejemplo: la Naturopatía y
todo lo que tenga que ver con complementos vitamínicos, complementos
naturales y dietas saludables; las Flores de Bach;
Aromaterapia;
Homeopatía; Terapias
con minerales y piedras; Sales
de Shüssler; etc.
Terapias
alternativas enfocadas para trabajar la mente, las emociones y el
espíritu: Son aquellas que se
enfocan en trabajar los posibles bloqueos mentales, emocionales y/o
espirituales que podamos tener, provocados por traumas sociales o
personales. Ayudan a liberar la mente y las emociones estancadas, por
causas que no hayamos sabido digerir en algún momento.
Ejemplos: Musicoterapia;
Cuencos tibetanos;
Cromoterapia;
Meditación;
Mindfulness;
Bioneuroemoción;
Constelaciones Familiares;
Cuentoterapia;
Terapia Gestalt;
Hipnosis;
Ho’oponopono; EFT
o terapia de liberación
emocional; Thetahealing;
etc.
Terapias
alternativas energéticas o vibracionales: Basadas
en el movimiento o fluir de la energía, son aquellas que utilizan o
movilizan la energía de la cual todos (y todo lo que nos rodea)
estamos formados: para liberarla (si existe algún bloqueo), para
aumentarla (si está baja), para corregirla (si está en exceso),
para contenerla (si hay alguna fuga) y para concentrarla si fuera
necesario en algún momento. Suelen estar muy ligadas y relacionadas
también a relajar el cuerpo físico y a tratar bloqueos mentales,
emocionales y/o espirituales, así que puede decirse que son
multifuncionales. Ejemplos: Reiki (en
todas sus variantes); Radiestesia;
Sanación por Arquetipos;
Péndulo Hebreo;
Biomagnetismo o
terapia de pares biomagnéticos; etc.
Terapias
alternativas multidisciplinares o sistemas completos: Son
aquellas que tienen un efecto completo en el “SER”, o sea que
trabajan a la vez en el cuerpo, la mente, las emociones y el
espíritu. Si os digo la verdad, podrían ser todas… porque todas,
aunque estén enfocadas en trabajar una parte concreta del “SER”,
tienen un efecto en el resto, porque, como ya he dicho antes, somos
un conjunto (microcosmos del macrocosmos o viceversa);
pero las subdividimos para poder entenderlo mejor. Aquí podríamos
englobar las siguientes disciplinas: Medicina tradicional
china (que a su vez engloba la
Acupuntura, la Moxibustión, el Chi Kung (Qi gong), la Fitoterapia
(dietas y medicinas naturales) y el Tuina); Medicina
Ayurvédica (como en la
anterior, engloba diferentes disciplinas entre las que podemos
encontrar: Dietas ayurvédicas y modificaciones en el estilo de vida,
Masajes ayurvédicos, Marmas (digitopresión en puntos energéticos
corporales), Yoga, Pranayamas (técnicas de respiración) y
Panchakarmas o técnicas de limpieza); Chamanismo;
y cualquier otra medicina o filosofía ancestral. De por sí, muchas
de las subdivisiones como la acupuntura, la fitoterapia, la
homeopatía, la naturopatía, el yoga, el taichí y muchos otros, son
considerados por sí mismos sistemas integrales completos, como ya
comenté antes.
Y
así, muchísimas más terapias y muchísimos más ejemplos…
Así
pues, se trata de que busques la herramienta más adecuada para ti y
la uses para tu bienestar.
Para
eso puedes dejarte guiar por profesionales cualificados en estas
terapias, o por personas de tu confianza que hayan probado ya y te
cuenten su experiencia; pero básicamente, todas buscan encontrar el
equilibrio del “SER”. Hacernos sentir serenidad, bienestar,
tranquilidad y paz interior, aumentando nuestra energía y por
consiguiente nuestro sistema inmunitario, elevando y reforzando así
nuestra propia autoprotección e impulsando nuestra propia capacidad
de autosanación.
Porque
el “SER” humano igual que tiene la capacidad para enfermarse,
también tiene la capacidad para autosanarse…pero generalmente
necesitamos la ayuda de otros más experimentados, que nos sirvan de
guía en el camino, hasta que adquiramos nuestras propias
experiencias y nos podamos hacer responsables de nosotros mismos.
Así
que busca tu equilibrio y bienestar, probando con la herramienta con
la que creas que te puedes sentir más cómodo/a; con un profesional
que te inspire confianza y tranquilidad y comienza tu camino hacia tu
crecimiento personal.
Eso
sí, te advierto que cuando empiezas ya no puedes parar ja, ja, ja…
Estar
bien, en paz, sereno/a y en equilibrio contigo mismo/a, se vuelve
adictivo y tu paz
interior pasa a no ser negociable por nada,
ni por nadie.
Obviamente
no podrás estar bien todo el tiempo, porque la vida siempre tiene
subidas y bajadas…pero sí podrás aprender a surfear las olas y a
fluir con las diferentes mareas para poder sobrellevarlo cada día
mucho mejor y de manera más natural. Así cada vez serás más capaz
de decir más veces, con más ganas y con más fuerzas ¡¡¡SOY
FELIZ!!!
Y
ahora, después de todo lo leído…. ¡No
me creas!
¡ATRÉVETE,
PRUÉBALO, VÍVELO Y DISFRÚTALO!
Quizás
la próxima vez seas tú quien me dé su opinión…
Si
tienes alguna duda o pregunta sobre alguna terapia en concreto, te
invito a que le consultes a Juan Manuel.
Él
ha sido mi maestro y facilitador en muchas de esas terapias y es un
gran profesional además de un buen amigo. De igual manera, también
considero a Ana, que es la otra piedra angular del Gabinete Amagro.
Muchísimas
gracias a los dos, Juan Manuel y Ana, por ser mi luz en tantos
momentos de oscuridad…y muchísimas gracias por confiar en mí. Con
todo mi cariño para el Gabinete Amagro
Firmado:
R.
H. FANNY